Aguascalientes, Aguascalientes, México
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, 2017
Hace
ya tanto tiempo que no te escribo y no por falta de ganas, sino porque cada
tiempo me vienen cambios, reajustes de todo tipo, desde el lugar donde vivo
hasta mis percepciones del mundo que me rodea.
Hoy,
ya tan cerca ese día en el que se celebra a la mujer más en los discursos
políticos, más en la pasarela de personalidades “famosas” todas ellas, pero que
a fin de cuentas son mujeres como cualquiera de nosotras.
Somos
sin duda la creación perfecta del universo, y aun así se reconoce que no
tenemos el lugar merecido, ese que hemos ganado con la maternidad primero, ese
lugar que no se reconoce pero que es el verdadero, estamos en la cumbre de las
decisiones cotidianas, de los proyectos de vida propios y muchas otras tantas
de los hijos.
Sabemos
de sobra que no los compraremos, que no viviremos a través de sus almas y sus
cuerpos, pero siguen siendo parte de nuestra esencia, de nuestra vida y como
nos regocijamos con cada palabra, con cada logro, desde sus primeros días,
desde sus primeros pasos y ese orgullo que crece dentro de nosotros porque a
pesar de no ser perfectos luchan, como les enseñamos por ser ellos mismos día a
día.
Cada
instante que se vive en la plenitud de la vida se valora lo que somos, y lo
sabemos porque cada logro, cada experiencia nos obliga a poner en práctica todo
lo aprendido, nos obliga a ser felices porque finalmente hemos entendido que es
la única forma posible de vida.
Saboreamos
con larguedad cada atardecer, cada postre, hummmmm que delicia, ese pastelillo
que me recuerda antaño la presencia de mi madre y yo caminando a su lado; cada
instante, cada atardecer y vamos confirmando cuan hermosa es la vida por el
simple hecho de ser mujer, se nos ha dado el albergar la vida en nuestro
vientre, de sentirla, verla crecer hasta que está listo para enfrentar el
mundo, y esa paciencia que no sabemos de dónde sale, pero que nos llena de
ternura para llevar de la mano a los críos.
Como
mujeres, descubrimos lo valiosa que es nuestra intimidad sin intrusos, esos
momentos que son sólo nuestros nos alimentan el cuerpo y el alma, y nos
retribuyen cuando traemos a la memoria los instantes en los que nos llenamos de
satisfacción con cada logro.
No
pretendo rendir pleitesía pero sí un homenaje a ti mujer, a mi misma, por lo increíblemente
maravillosas que somos, criaturas perfectas, felices al recorrer con la mente
cada etapa de nuestra vida.
VAYA
PARA TI LO MEJOR DE TODO EN ESTE Y TODOS LOS DÍAS QUE ESTÉS EN ESTE MUNDO.
Con
afecto
LUZMA