viernes, 3 de marzo de 2017

Aguascalientes, Aguascalientes, México

  DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, 2017

Hace ya tanto tiempo que no te escribo y no por falta de ganas, sino porque cada tiempo me vienen cambios, reajustes de todo tipo, desde el lugar donde vivo hasta mis percepciones del mundo que me rodea.

Hoy, ya tan cerca ese día en el que se celebra a la mujer más en los discursos políticos, más en la pasarela de personalidades “famosas” todas ellas, pero que a fin de cuentas son mujeres como cualquiera de nosotras.

Somos sin duda la creación perfecta del universo, y aun así se reconoce que no tenemos el lugar merecido, ese que hemos ganado con la maternidad primero, ese lugar que no se reconoce pero que es el verdadero, estamos en la cumbre de las decisiones cotidianas, de los proyectos de vida propios y muchas otras tantas de los hijos.

Sabemos de sobra que no los compraremos, que no viviremos a través de sus almas y sus cuerpos, pero siguen siendo parte de nuestra esencia, de nuestra vida y como nos regocijamos con cada palabra, con cada logro, desde sus primeros días, desde sus primeros pasos y ese orgullo que crece dentro de nosotros porque a pesar de no ser perfectos luchan, como les enseñamos por ser ellos mismos día a día.

Cada instante que se vive en la plenitud de la vida se valora lo que somos, y lo sabemos porque cada logro, cada experiencia nos obliga a poner en práctica todo lo aprendido, nos obliga a ser felices porque finalmente hemos entendido que es la única forma posible de vida.

Saboreamos con larguedad cada atardecer, cada postre, hummmmm que delicia, ese pastelillo que me recuerda antaño la presencia de mi madre y yo caminando a su lado; cada instante, cada atardecer y vamos confirmando cuan hermosa es la vida por el simple hecho de ser mujer, se nos ha dado el albergar la vida en nuestro vientre, de sentirla, verla crecer hasta que está listo para enfrentar el mundo, y esa paciencia que no sabemos de dónde sale, pero que nos llena de ternura para llevar de la mano a los críos.

Como mujeres, descubrimos lo valiosa que es nuestra intimidad sin intrusos, esos momentos que son sólo nuestros nos alimentan el cuerpo y el alma, y nos retribuyen cuando traemos a la memoria los instantes en los que nos llenamos de satisfacción con cada logro.

No pretendo rendir pleitesía pero sí un homenaje a ti mujer, a mi misma, por lo increíblemente maravillosas que somos, criaturas perfectas, felices al recorrer con la mente cada etapa de nuestra vida.

VAYA PARA TI LO MEJOR DE TODO EN ESTE Y TODOS LOS DÍAS QUE ESTÉS EN ESTE MUNDO.


Con afecto

LUZMA